Otra joya de la hemeroteca, de 1929, narrando la vivencia de un médico que ante la imposibilidad de llegar a Pelayos, por la crecida del Tormes, debe hacer noche en la posada de Montejo. Un nuevo viaje en el tiempo donde se muestra la dificultad de viajar en aquella época y la dependencia de una climatología que decide cuando y por donde se puede transitar. Importancia la de los barqueros de nuestro río como única opción para atravesar el Tormes dada la escasez de puentes.
Curiosa la mención a la posada de Montejo como el MESÓN DE TÍO JOSÉ (o tío Quico) y la cantidad de huéspedes pernoctando, arrieros, patateros de Cespedosa, aceiteros de Santibáñez de Bejar, tocineros de Guijuelo...
Una lectura muy recomendable por su contexto e historia, que no tiene desperdicio.
Referencia:
Curiosa la mención a la posada de Montejo como el MESÓN DE TÍO JOSÉ (o tío Quico) y la cantidad de huéspedes pernoctando, arrieros, patateros de Cespedosa, aceiteros de Santibáñez de Bejar, tocineros de Guijuelo...
Una lectura muy recomendable por su contexto e historia, que no tiene desperdicio.
Referencia:
Velasco, Federico (Jueves 19 diciembre 1929). La posadera de Montejo. Heraldo de Zamora, portada
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